Fin del Antiguo régimen de España
Carlos IV de España

Carlos IV de España, llamado «el Cazador» (Portici, 11 de
noviembre de 1748-Nápoles, 19 de enero de 1819), fue rey de España desde el 14
de diciembre de 1788 hasta el 19 de marzo de 1808. Hijo y sucesor de Carlos III
y de María Amalia de Sajonia.
Accedió al trono poco antes del estallido de la Revolución
francesa, y su falta de carácter hizo que delegase el gobierno de su reinado en
manos de su esposa María Luisa de Parma y de su valido, Manuel Godoy, de quien
se decía que era amante de la Reina, circunstancia aceptada como cierta por historiadores
como Balansó o Zavala1 y negada por otros.2 Estos acontecimientos frustraron
las expectativas con las que inició su reinado. A la muerte de Carlos III, el
empeoramiento de la economía y el desbarajuste de la administración revelan los
límites del reformismo, al tanto que la Revolución francesa pone encima de la
mesa una alternativa al Antiguo Régimen.
Manuel Godoy

Manuel Godoy y Álvarez de Faria (Badajoz, 12 de mayo de
1767-París, 4 de octubre de 1851) fue un noble y político español, favorito y
primer ministro de Carlos IV entre 1792 y 1797, y nuevamente de 1801 a 1808.
Fue duque de la Alcudia
y de Sueca y príncipe de la Paz ,
por su negociación de la Paz
de Basilea (1795), título éste que años después Fernando VII declararía ilegal
y que Godoy reemplazaría, ya en el exilio, por el italiano de príncipe de
Bassano. La compra del feudo de Bassano di Sutri, cerca de Roma y Viterbo, le
dio derecho a este título, tras concesión del papa Pío VIII.1
De origen hidalgo, fue elevado de forma meteórica al poder
por Carlos IV, que le concedió títulos y honores, le dotó de una inmensa
riqueza y le confió los más altos cargos del Estado, ante la incapacidad de las
camarillas cortesanas del inicio de su reinado, encabezadas por los condes de
Floridablanca (secretario de Estado de 1777 a 1792) y Aranda (ídem en 1792),
para hacer frente a las turbulencias del momento.
Como secretario de Estado (1792-1798) y generalísimo
(1801-1808) estuvo al frente del Gobierno de España durante la crisis europea
provocada por la Revolución
francesa y las ambiciones de Napoleón Bonaparte, que culminó con la invasión
francesa de 1808 y la guerra de Independencia, pocos meses después de la caída
de Carlos IV y el propio Godoy a causa del Motín de Aranjuez. A lo largo de su
valimiento, lleno de luces y sombras, logró mantener la situación de España
ante el poderío de Francia con una política exterior pragmática –en tanto que
otras potencias como Austria, Prusia u Holanda eran humilladas o anexionadas–,
mientras que en el interior trató de llevar a cabo un programa reformista
ilustrado que generó un profundo rechazo en muchos grupos sociales, en especial
entre la nobleza y el clero.
Godoy, uno de los personajes más vilipendiados de la Historia de España, ha
sido objeto en los últimos tiempos de una serie de estudios rehabilitadores
coincidentes con el 150º aniversario de su muerte.

Guerra de Independencia en España
La Guerra
de la
Independencia Española fue un conflicto bélico desarrollado
entre 1808 y 1814 dentro del contexto de las Guerras Napoleónicas, que enfrentó
a las potencias aliadas de España, Reino Unido y Portugal contra el Primer
Imperio francés, cuya pretensión era la de instalar en el trono español al
hermano de Napoleón, José Bonaparte, tras las abdicaciones de Bayona.



Manuel Godoy retratado como vencedor de la guerra de las
Naranjas, por Goya. Real Academia de San Fernando, Madrid.
Guerra de Independencia en España
La familia de Carlos IV


En él aparecen ordenadamente todos los miembros de la
familia real con intención de realzar la figura de la reina María Luisa, que
ocupa el centro de la escena pasando un brazo maternalmente sobre los hombros
de la infanta María Isabel a la vez que lleva cogido de la mano al infante don
Francisco de Paula, quien a su vez se la da al rey. A la izquierda se sitúan el
futuro Fernando VII sujetado por la espalda por el infante Carlos María Isidro
y una joven elegantemente vestida pero sin rostro, recurso empleado por Goya
para representar a la futura esposa del príncipe de Asturias cuando esta aún no
había sido ni siquiera elegida.
Goya muestra a los miembros de la familia real de pie,
dispuestos en forma de friso como aparecen también los personajes de Las Meninas,
vestidos con lujosos ropajes de seda y con abundantes joyas y condecoraciones.Destaca en la ejecución la pincelada goyesca, casi presagiando
el impresionismo, que le permite aplicar destellos para crear una ilusión bien
delineada de la calidad de las vestiduras, condecoraciones y joyas.27 Sin
embargo, es una obra alejada de las representaciones más oficiales, pues el rey
y su familia no portan símbolos de poder. Tampoco utiliza el recurso de Van
Loo: situar a la familia entre cortinajes a modo de palio.28 Los gestos revelan
unos rasgos muy humanos en el comportamiento íntimo y familiar de los
retratados: la infanta Isabel sostiene a su niño muy cerca del pecho, evocación
de la lactancia,29 y el infante don Carlos se abraza tiernamente a su hermano
Fernando, denotando cierta timidez y miedo.30 Con respecto al boceto, la imagen
de Carlos María Isidro presenta algunas diferencias. La imagen es más difusa y
el rostro congelado, distinto del carácter alegre y sincero del infante.31
Tampoco ahonda en la complicada psicología del infante, quien parece arroparse
bajo la figura de su hermano Fernando, futuro rey de España.
Fernando VII de España

Fernando VII de España, llamado el Deseado o el rey Felón2
(San Lorenzo de El Escorial, 14 de octubre de 1784-Madrid, 29 de septiembre de
1833), fue rey de España entre marzo y mayo de 1808 y, tras la expulsión del
«rey intruso» José I Bonaparte, nuevamente desde diciembre de 1813 hasta su
muerte, exceptuando un breve intervalo en 1823, en que fue destituido por el
Consejo de Regencia.
Hijo y sucesor de Carlos IV y de María Luisa de Parma,
depuestos por obra de sus partidarios en el Motín de Aranjuez, pocos monarcas
disfrutaron de tanta confianza y popularidad iniciales por parte del pueblo
español. Obligado a abdicar en Bayona, pasó toda la Guerra de Independencia
preso en Valençay, siendo reconocido como el legítimo rey de España por las
diversas Juntas, el Consejo de Regencia y las Cortes de Cádiz.
Tras la derrota de los ejércitos napoleónicos y la expulsión
de José Bonaparte, Napoleón le devolvió el trono de España con el Tratado de
Valençay. Sin embargo, el Deseado pronto se reveló como un soberano absolutista
y, en particular, como uno de los que menos satisficieron los deseos de sus
súbditos, que lo consideraban una persona sin escrúpulos, vengativa y
traicionera. Rodeado de una camarilla de aduladores, su política se orientó, en
buena medida, hacia su propia supervivencia.
Liberales :
moderados== burguesía y clase media
radicales== campesinos y profetariados
conservadores== nobleza y burguesias === Carlos y ""Carlistas""
Liberales :
moderados== burguesía y clase media
radicales== campesinos y profetariados
conservadores== nobleza y burguesias === Carlos y ""Carlistas""
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